Tras las vacaciones, revision completa

2022-09-10 09:58:40 By : Ms. Betty Li

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Tras las vacaciones de verano volvemos a la rutina y hay que seguir circulando. Y los trayectos de largo recorrido durante las vacaciones y el calor del verano han podido afectar a sistemas y componentes de nuestro vehículo, de los que depende nuestra seguridad.

Por eso, la vuelta de vacaciones es momento de revisar su estado para prevenir averías, más aún si se trata de un vehículo veterano.

"La revisión de los vehículos tras las vacaciones de verano es tan importante como la revisión y el mantenimiento previos, más aún con las olas de calor que se han sucedido desde junio", advierten desde ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), una iniciativa de una veintena de fabricantes de componentes de automoción.

Por tanto, una revisión exhaustiva de los partes del vehículo que más sufren en esta época y cuyo rendimiento puede verse afectado: neumáticos, sistema de refrigeración, limpiaparabrisas, frenos y niveles de líquidos.

Los neumáticos sufren más en verano. Las altas temperaturas y la gran cantidad de kilómetros que recorremos aceleran su desgaste. Por ello, después de las vacaciones compruebe el estado del dibujo -recomendable un mínimo de 2 milímetros en las ranuras principales, el mínimo legal es 1,6 mm- y la presión del aire.

Asimismo, busque posibles desperfectos, deformaciones o desgastes irregulares tanto en os flancos (laterales) como en la banda de rodadura.

Según cálculos del fabricante Kumho Tyre el neumático pierde prestaciones a partir de 3 milímetros de profundidad: con 3 mm frena en 60 metros, con 2 mm, la distancia se alarga hasta 70 metros y con solo 1 mm llaga a hasta los 90 metros.

Un fallo en la refrigeración del motor puede arruinar el bloque motor entero. Por ello, es fundamental asegurarse de que este sistema está en las mejores condiciones.

Revise los niveles de aceite y de refrigerante, asegúrese de que el consumo es normal y no hay pérdidas, y comprueba que el ventilador funciona cuando el motor está en marcha. Si sospecha de mal funcionamiento, acuda a su taller: una avería del motor puede ser mucho más cara.

Limpie las gomas de las escobillas con un paño húmedo. Revise su estado y si no es adecuado, sustitúyalos: cuando comiencen las lluvias, los limpiaparabrisas no cumplirán su función y su visibilidad y seguridad circulando se verán mermadas.

Compruebe asimismo que hay líquido limpiador suficiente en el depósito y llénelo si fuera necesario. Si vive en una zona fría, puede añadir unas gotas de anticongelante en previsión de bajas temperaturas.

Las pastillas de los frenos pueden sufrir un desgaste prematuro con el calor y el nivel de líquido puede reducirse después de largos desplazamientos.

Ante cualquier síntoma al circular -ruidos al frenar, la frenada se alarga o desvía la trayectoria del vehículo, el recorrido del pedal de freno es demasiado largo o tiene un tacto demasiado duro o blando-, pida en su taller una revisión completa del sistema de frenado.

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