KTM X-Bow GT-XR: un juguete de circuito apto para la carretera

2022-09-10 09:52:46 By : Mr. John Ren

El fabricante austriaco KTM acaba de desvelar su nueva bestia de cuatro ruedas para la calle, el llamado X-Bow GT-XR, que básicamente es una versión equivalente al X-Bow GT2 de competición de la marca, pero homologada para un uso en carretera abierta.

El modelo está enfocado a los circuitos y, a diferencia de otros X-Bow previos, recurre a un concepto de cabina cerrada. KTM lo denomina "el superdeportivo más implacable para la calle", y se trata de la culminación de la gama X-Bow, nacida originalmente en 2008.

Basado en un monocasco de carbono, el GT-XR pesa solamente 1.250 kilogramos y promete unas prestaciones de primer nivel. Como ya sabíamos, no tiene puertas, ya que es la cúpula del habitáculo la que se abate hacia delante para permitir el acceso de los ocupantes, a través de un mecanismo de accionamiento eléctrico.

El alma del coche es el espectacular motor 2.5 TFSI de origen Audi, un bloque turboalimentado de gasolina, con cinco cilindros, que en este caso alcanza 500 CV de potencia a 6.350 pm, así como un par motor máximo de 581 Nm a 5.500 vueltas, es decir, bastante más que en cualquier producto de Audi, pero menos que en su versión GT2 de carreras (600 CV).

La transmisión, también heredada del Grupo Volkswagen, es la automática DSG de doble embrague y siete velocidades (DQ500), y envía toda la fuerza del propulsor a las ruedas traseras, a través de un diferencial autoblocante. 

El fabricante anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y una velocidad máxima de 280 km/h, además de una autonomía de hasta 1.000 kilómetros, nada menos, gracias a un gigantesco depósito de combustible de 96 litros.

La suspensión recurre a amortiguadores Sachs de altura ajustable en ambos ejes, y según KTM el coche consigue un reparto de pesos de 44:56. Las llantas son OZ Racing, de 19 pulgadas delante y 20 detrás, y van calzadas con neumáticos en medidas 235/35 R19 y 295/35 R20, respectivamente.

Por lo demás, la carrocería de fibra de carbono va pintada a mano y el habitáculo cuenta con dos asientos tipo baquet y una pantalla que muestra la imagen de las cámaras de vídeo que hacen las veces de retrovisores. 

El modelo se fabrica en la misma planta de Graz, en Austria, donde se ensamblan otras versiones del X-Bow, a un ritmo de unos 100 coches al año. El precio del GT-XR asciende a nada menos que 284.900 euros, antes de equipar ningún opcional, entre los que se incluyen llantas monotuerca, frenos carbocerámicos o un silencioso y un catalizador para el sistema de escape de acero inoxidable.