Prueba Audi SQ7 V8 TFSI 507 CV: El SUV superlativo

2022-09-24 11:30:07 By : Ms. suzy zhou

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Con su motor V8 el Audi SQ7 es mucho más que un potentísimo, rapidísimo y comodísimo SUV. Tiene otras características interesantes, aunque la mayoría también acaben en '-ísimo'.

Desde que un corazón tan puro como el V8 TFSI biturbo de 4.0 litros late bajo su capó, el Audi SQ7 se ha ganado a pulso un lugar en el Olimpo de los verdaderos Super SUV del mercado y tras su paso por el garaje de Car and Driver, también se ha ganado un hueco en nuestra memoria. Los coches auténticos nos gustan más y éste ha dejado atrás sus coqueteos con los bloques TDI de la casa para mostrarse como lo que es, una bestia. Aferrado a su mecánica gasolina de 507 caballos de potencia y 770 Nm de par máximo, este gigante de 2.275 kilos es menos racional y más opulento que nunca, ¡pero se mueve!

Las cifras oficiales reflejan una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 4,1 segundos, una recuperación de 80 a 120 km/h en apenas 3,8 y una velocidad punta de 250 km/h limitada electrónicamente pues de lo contrario, rondaría los 300 sin problema. ¿Lo mejor de todo? Estos números se traducen en una sensación de poderío y control sobre el asfalto muy pero que muy difícil de superar.

Durante los primeros instantes de la prueba todo gira en torno al nuevo grupo propulsor del Audi SQ7. El V8 TFSI cuenta con un bloque de aluminio con recubrimiento anti-fricción de las camisas de los cilindros y también con el sistema de desconexión de los mismos, el llamado Audi cylinder on demand (COD). Éste permite que cuando no es necesario su empuje, se desconecten cuatro de los ocho cilindros para ahorrar combustible y si en los bloques pequeños (de 4 cilindros) su actuación es casi imperceptible para el conductor, aquí directamente no te enteras de nada. La sensación es que tienes bajo el pie derecho el interruptor de una auténtica catapulta y nada más.

Se nota que manejamos un motor vigoroso, pero también moderno y sofisticado. Éste va asociado a un cambio automático y a un sistema de tracción total permanente que no lo son tanto, por cierto. La caja de cambios es la Triptronic de ocho velocidades, un convertidor de par puro y duro y la tracción quattro emplea un diferencial central que normalmente reparte la potencia en un 40:60 entre ambos ejes, aunque puede llegar a derivar –eso sí– hasta el 70% al delantero y hasta el 80% al trasero.

El cambio de marchas no es de esos que te leen el pensamiento, pero sí resulta suficientemente rápido y muy suave en sus transiciones mientras que a nivel de motricidad, la tracción quattro cuenta con muy buenos aliados: un diferencial trasero deportivo se encarga de repartir el par motor entre las ruedas traseras para que en los apoyos el coche traccione a las mil maravillas y si a eso le sumas que las ruedas traseras directrices y la suspensión neumática con barras estabilizadoras activas que no deja de la carrocería se mueva en exceso, cuando completas un puerto de montaña a buen ritmo, tienes la sensación de ir sobre raíles.

Se nota que la plataforma mecánica de este SQ7 es la misma que ha servido para dar vida a alguno de los tocaminos más potentes, rápidos y exclusivos del mundo. Me refiero a los Porsche Cayenne, Bentley Bentayga o Lamborghini Urus si bien diría que frente a todos ellos, este Audi se muestra un punto más fino y equilibrado. Tiene una pisada en carretera extraordinaria, el empuje del motor es poderoso pero lineal, fácil de dosificar con el acelerador y el tacto de la dirección o los frenos –por ejemplo– también es exquisito. Así, manejamos un coche con el que ir rápido en cualquier circunstancia resulta facilísimo. En autopista puedes dejarte guiar por las sofisticadas ayudas a la conducción para ir con el ‘piloto automático’ a tu destino manteniendo altos cruceros y sin acusar el cansancio.

La rumorosidad tanto mecánica como aerodinámica es mínima y los asientos son una delicia. En carreteras y con firme en mal estado vas a alucinar con su capacidad de amortiguación, su precisión de guiado y su excelente motricidad y en pistas de tierra es un coche bastante más efectivo de lo que puedas pensar si optas –eso sí– por un neumático adecuado. El de nuestra unidad de pruebas no lo era en absoluto (285/35 R22). ¿La otra gran contrapartida? El consumo...

El consumo oficial WLTP es de 12 litros pero lo normal es gastar en torno a 13

La jornada de pruebas va tocando a su fin y es hora de dar un buen repaso al interior del coche que acapara miradas en la estación de servicio en la que nos encontramos. Es la prueba definitiva de que no es necesario añadir demasiados alardes a la carrocería de un determinado modelo para distinguirlo de sus versiones básicas. En el caso del SQ7 la personalización viene de la mano de una parrilla, unos paragolpes, unos faldones y pasos de rueda específicos, así como una serie de logotipos que también están presentes en su interior. Eso sí, siempre puedes optar por el Pack Carbon Style que añade elementos de fibra de carbono a cambio de 2.655 euros más.

El habitáculo del Audi SQ7 es impecable tanto a nivel de calidad general percibida, como de espacio y dotación tecnológica. Recuerda –eso sí– que este modelo está disponible con cinco o siete asientos, siendo este último unos 2.000 euros más caro. Ambos incluyen sistema de infoentretenimiento MMI Navegación plus con internet 5G, WIFI, Amazon Alexa y el Audi Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas que se combina con una pantalla central de igual tamaño. El equipamiento de serie incluye también asientos delanteros deportivos con reglaje eléctrico y apoyo lumbar de 4 posiciones, tapicería en alcántara y cuero, llantas de 20 pulgadas, faros Audi Matrix LED o la citada suspensión adaptativa deportiva ‘S’ que es neumática, entre otros pero como siempre en este tipo de coches las opciones son muchas, variadas y costosas. Por ejemplo, nuestra unidad de pruebas incluía las siguientes:

El Audi SQ7 V8 TFSI está a la venta desde 115.160 euros, si bien nuestra unidad de pruebas superaba los 140.000 euros. Son dos importes que pueden herir la sensibilidad del lector pero que realmente, posicionan a este modelo como uno de los más económicos de su tipo. Solo el BMW M50i parte de los 112.750 euros y ofrece una mecánica similar, de 530 CV. Un Maserati Levante GTS (530 CV) parte de los 165.400 euros, el Range Rover P530 SV se va a los 236.600 euros y el citado Bentley Bentayga, con el mismo motor pero con 550 CV pero ojo, con prestaciones algo inferiores, no baja de los 217.200 euros. Así que puede ser caro sí, pero desde luego nada de carísimo.