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El conductor, residente en Madrid, superaba en más de 80 km/h el límite de la vía y está siendo investigado por la Guardia Civil.

En un tramo de la AP-6 cercano a Villacastín (Segovia), un Ferrari fue sorprendido por el helicóptero de la DGT a una velocidad de 224 km/h, según informó la Guardia Civil.

Al parecer lo hechos tuvieron lugar a las 17:39 horas del día 31 de agosto de 2022, si bien hasta el día de ayer la Guardia Civil no comunicó lo sucedido. Pegasus, el radar que viaja en el helicóptero de la DGT, vigiló durante varios kilómetros al superdeportivo italiano y tras aplicar el margen de error necesario, confirmó que superaba hasta en más 80 kilómetros por hora el límite de velocidad de la vía.

Según recoge el artículo 379 del Código Penal, aquellos conductores que superen en 80 Km/h la velocidad permitida reglamentariamente en vías interurbanas se enfrentan a penas de prisión de tres a seis meses o trabajos en beneficio de la comunicad de 31 a 90 días y en cualquier caso, a la privación del derecho a conducir vehículos a motor por un periodo de tiempo que oscila entre uno y cuatro años.

Aunque la investigación todavía está abierta, el conductor ha recibido una sanción por circular en el kilómetro 78 de la Autopista AP-6 (Villalba-Adanero) a nada menos que 224 km/h. El vehículo interceptado en concreto era un Ferrari GTC4 Lusso, la berlinetta de tracción integral de Maranello que recientemente ha sido reemplazada por el considerado como primer SUV del cavallino rampante, el Purosangue.

Recordemos que el GTC4Lusso se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2016 y llegó poco después al mercado con un precio de 300.000 euros y un propulsor V12 atmosférico de 6.3 litros que producía 690 caballos de potencia y un par máximo de 697 Nm. Este bloque va conectado a una transmisión de doble embrague de siete velocidades que está emparejada con un sistema de tracción total, de forma que el Cavallino Rampante es capaz de alcanzar los 100 km/h en 3,4 segundos y su velocidad máxima es de 335 km/h. Eso sí, nuestras carreteras no son el lugar para medir sus prestaciones y esperemos que su dueño así lo haya entendido.