La disputa por la cabeza de las potencias mundiales se vive todos los días y pasa desaperciba ante la vida de millones de personas dada la inmediatez del cotidiano sobrevivir, pero en términos geopolíticos y con una guerra en desarrollo, los movimientos que se den a diario contienen importantes elementos que dan claves de como las naciones avanzan y otras retroceden en sus fines de largo corto y largo plazo.
Las sanciones occidentales que la Unión Europea le ha aplicado a Rusia en torno a Ucrania, han dibujado una configuración anómala en los resultados esperados por Europa, cuya esperanza radicaba en el deterioro rápido de la nación y una pronta salida a la guerra, posiciones como la de Macron, evidencian que Europa ha fracasado en aventurarse en sanciones que simplemente no estaban diseñadas para ser aplicadas sobre una economía que es dependiente del suministro energético ruso en gran medida. Economías que se fortalecieron gracias al barato suministro del gas ruso, pusieron a Alemania a generar energía a bajo costo, para ir convirtiéndose en el motor de la producción europea, es el mismo país que hoy está sumido en el peligro del congelamiento y del corte del gas ruso, que anunció hace pocos días que hará una mantención del Nord Stream por 3 días, el efecto en las alzas de la cotización del gas, no se hizo esperar.
Con todo los paquetes de sanciones que pesan sobre Rusia, muchas de ellas implementadas desde 2014, período en el que desarrollaban matanzas en el Donbass por parte de las milicias ucranianas, el país ha venido generando articulaciones que lo han ido posicionando en una vía de fortalecimiento económico, lo cual, se puede ver que a pesar del costo de la guerra, Rusia ha bajado su inflación, ha generado aumento, aunque no considerable en su balanza comercial y ha fortalecido los vínculos con Asia y oriente medio, específicamente con Turquía, el socio rebelde de la OTAN que se negó a aplicar las sanciones a los combustibles, al reconocerse dependiente y por tanto, juega un rol disidente en la alianza, pero también Rusia estrecha lazos en Arabia Saudita, donde después del “rebote” de Joe Biden en su intención de que los árabes incrementaran la producción tras las sanciones sobre el crudo ruso, deriva en que Arabia le niega el aumento, alegando que es una decisión de la OPEP+ y no de ellos propiamente tal. Rusia que es miembro de la organización y que se encuentra con su producción sancionada, le ofrece a oriente su crudo y Arabia le compra a Rusia a costos menores de producción, lo necesario para suplir su demanda interna y exporta toda su mercancía al mercado mundial donde consiguen mejores ingresos.
El titanio es un elemento no sancionado y que puede ser clave en como Estados Unidos puede perder ante China otra batalla y en donde Rusia jugará un rol de aliado estratégico en el desarrollo aeroespacial y naval chino de los próximos años. La esponja de titanio es la conversión del metal ideal para la fabricación de distintos derivados y compuestos en la producción aeroespacial, es altamente resistente a la corrosión y es usado en motores a reacción por su capacidad de resistir altas temperaturas sin sufrir deformación, es fundamental en la industria área militar y comercial, es el compuesto clave de las estructuras en todos los modelos de aviones comerciales y fuselajes de naves espaciales, cascos de barcos y portaviones militares. En tiempos de la Unión Soviética, los rusos lo utilizaron para formar los cascos en la producción de submarinos. El titanio es el metal que posee la mayor proporción de dureza-densidad y al que China, le es fundamental para avanzar en su desarrollo tecnológico y militar para superar a los Estados Unidos.
La primera producción mundial de Titanio está en China y es destinada 100% a consumo de la demanda interna, focalizada en el desarrollo aeroespacial y en la industria militar, China ha construido a lo largo de los años, lo que XI Jinping llama, “el sueño chino”, la grandeza de una China que es capaz de defenderse y de ganar ante los enemigos. La historia de los asiáticos está asolada por las guerras y las derrotas, invasiones y la caída del imperio. Parte del sueño chino, radica en el sentimiento de la grandeza del antiguo imperio y el sentimiento ante la constante agresión de occidente, inclusive en el período de la guerra civil entre los nacionalistas y los comunistas, estos se unieron para defender a China de la invasión del Imperio Japones, entre 1937 y 1947 y es por ello, que la guerra civil china se divide en dos períodos. El actual Japón, es el segundo productor mundial de titanio.
El interés político sobre el titanio se expresa en que fue dejado explícitamente fuera del último paquete de sanciones de la Unión Europea a Rusia, pero en el ajedrez que juega Putin, él tiene absoluto conocimiento que tipo de industria está detrás de este elemento y para las intenciones de occidente es una pésima noticia que Rusia sea el tercer productor mundial del metal. Las empresas rusas son claves en la conversión a esponja de titanio, tanto así, que Estados Unidos a pesar de ser poseer una rimbombante agencia Aero Espacial, no le alcanza la producción y debe comprar a otras empresas, inclusive rusas que no estén sancionadas.
Putin movió piezas y ha solicitado a las empresas rusas que suministran Titanio a empresas europeas, que no le vendan y que la producción sea totalmente vendida a China y a otros mercados, esto deja en jaque a los gigantes de AIRBUS y también a Boeing, además de toda la fabricación derivada de la producción del titanio ruso. China, quién a pesar de producir más que todos a nivel mundial, le compra a Japón y a Rusia actualmente, entonces a China le favorece enormemente que le sea suministrado mayor producción de origen ruso, quienes a pasos agigantados avanzan en la producción aeroespacial, cohetes de mayores dimensiones y la futura colaboración China-Rusa para la nueva estación espacial.
El dominio de lo naval es también clave en el interés de China para superar a Estados Unidos y dominar el mar meridional de la China entre otras metas, por ello, la nueva estrella de la flota naval china, es el portaviones Fujian, construido totalmente con tecnología china y posee la afamada catapulta electromagnética de lanzamiento, que reduce los tiempos de operación de los aviones. Esta ingeniería es la misma que es aplicada en el desarrollo de los portaviones norteamericanos modernos. El estudio por desarrollar tecnología para grandes navíos data de largos años y en donde consiguieron avances significativos después de adquirir y mejorar el Varyag, un portaviones de desarrollo soviético que quedó a cargo de Ucrania tras el fin de la Unión Soviética, pero que, dado el alto costo de concluir el proyecto, fue vendido a China y esta lo terminó aplicando su tecnología emergente. El Lianing, es usado para instrucción y capacitaciones de la armada china y fue fundamental en el camino tecnológico hasta llegar al actual portaviones Fujian.
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