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2022-09-24 11:43:59 By : Mr. Jack Zhang

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Tras la Segunda Guerra Mundial, en una Alemania devastada, Mercedes regresó a la competición, consiguiendo importantes éxitos, lo que abrió el camino a la producción de un nuevo coche de carreras que, gracias a la acción visionaria de un importador estadounidense, se convertiría en un deportivo de calle. Esta es la increíble historia del Mercedes SL 300.

Estamos acostumbrados a que las marcas de automóviles recurran a la competición para promocionar un nuevo modelo de calle. Pero el caso del Mercedes 300 SL fue justo al revés: fue un coche de carreras en toda regla que luego derivó en un coche de calle.  

Y todo gracias a Maximilian E. Hoffman, un empresario austriaco nacionalizado estadounidense que se instaló en Nueva York en 1952 y que se convirtió en el importador de Mercedes en Estados Unidos. 

Hace justo 70 años, en 1952, Mercedes y Hoffman sellaron un acuerdo que permitió el nacimiento de uno de los coches más espectaculares y deseados de toda la historia del automóvil: el 300 SL, conocido como “alas de gaviota” o Gullwing, por la apertura de sus puertas.

En 1951, Mercedes compitió en el Gran Premio de Argentina de Fórmula 1. Este fue la primera presencia de la marca alemana en una competición, tras la guerra, y sirvió como un test para volver a activar toda la estructura deportiva de la firma. 

Mercedes se presentó con tres coches obsoletos, los monoplazas W154 con motor W12 de 3.0 litros, con los que corrió en los campeonatos de Europa de la temporada 1939, en los albores de la II Guerra Mundial. 

A pesar de su antigüedad y a competir contra coches completamente nuevos, los tres Mercedes terminaron segundo, tercero y sexto. Aquella carrera, en Buenos Aires, fue también el debut de Fangio con la escudería alemana, terminado en tercera posición y logrando también la pole y la vuelta rápida. 

A partir de aquí, Mercedes intensificó su programa deportivo, pero centrándose ahora en las carreras de resistencia, ya que en 1954 llegaría un nuevo reglamento de Fórmula 1 y no tenía sentido involucrarse en el desarrollo de un coche nuevo hasta entonces. 

Para ello, encargó el desarrollo de un nuevo coche de carreras al famoso ingeniero Rudolf Uhlenhaut. El problema es que la marca alemana no disponía en este momento de los recursos que sí tenía antes de la contienda, así que Uhlenhaut tiró de piezas procedentes del modelo más lujo de la marca entonces, el Mercedes 300 W186, el Clase S de la época. 

El 300 W186 era un gran sedán de lujo, muy pesado y equipado con un motor de seis cilindros en línea, una caja de cambios manual de cuatro relaciones y frenos de tambor. La idea era trasladar todo eso a un coche mucho más ligero.

El ingeniero alemán diseñó un chasis tubular lo más ligero posible y que fuera capaz de albergar esos componentes. Ese chasis pesaba solo 50 kg. Además, diseñó una carrocería ultraligera y aerodinámica, fabricada con una aleación de aluminio y magnesio. 

El chasis tubular envolvía todo el habitáculo para garantizar la mayor rigidez del conjunto. Esto obligó a diseñar una peculiar apertura de las puertas, en vertical, una solución innovadora que contribuyó a crear el sobrenombre de “alas de gaviota”.

El resultado fue el Mercedes 300 SL W194, un coche de carreras que pesaba solo 870 kg, movido por un motor de seis cilindros en línea de 3.0 litros 175 CV que le permitía alcanzar los 240 km/h. El nombre SL significaba 'Sport Leicht', deportivo ligero en alemán. 

El Debut del SL se produjo en la mítica Mille Miglia de 1952, una de las carreras más duras de la historia. Mercedes se presentó con tres coches, más otros dos de reserva. De esos tres coches, uno cruzó la línea de meta en segunda posición, solo superado por el Ferrari 250 S Vignale, y otro en cuarta posición. 

Aunque el primer gran éxito llegó en el Gran Premio de Suiza, en Berna, donde tres SL terminaron en primera, segunda y tercera posición. Las victorias continuaron en las 25 Horas de Le Mans y en la Panamericana, consiguiendo el primer y segundo puesto en ambas pruebas. 

Ese mismo año, 1952, Mercedes creó también una variante roadster para correr en Nürburgring, donde también se llevó la victoria. 

En 1953, Uhlenhaut realizó una evolución del clásico deportivo de Mercedes, introduciendo algunas mejoras como un sistema de inyección que reemplazaba a los carburadores, aunque solo se construyó una unidad y nunca llegó a competir y ahora se exhibe en el museo de la marca en Stuttgart.

Tras los éxitos logrados por el Mercedes 300 SL W194 en 1952, a Hoffman se le ocurrió que un coche deportivo derivado de aquel tendría éxito en Estados Unidos. Por su parte, Mercedes vio una oportunidad de aumentar sus ventas y su imagen de marca en un mercado tan importante como el americano. 

Fue así como nació el Mercedes 300 SL Gullwing bajo el código W198, el primer deportivo de la marca de la estrella desarrollado desde cero, después de la guerra. 

El proyecto arrancó el 2 de septiembre de 1953, en una reunión en Untertürkheim entre varios dirigentes de la compañía y el propio Hoffman. Pero no fue hasta 1954 cuando el Gullwing se presentó por todo lo alto en Nueva York. Un deportivo derivado del coche de carreras que había ganado las carreras más importantes en 1952. 

El coche de calle conservaba las emblemáticas puertas en forma de alas de gaviota, ya que, igual que ocurría con el modelo de competición, tenía un chasis tubular que envolvía todo el coche y obligaba a emplear esa solución para acceder al habitáculo.

Aun así, el acceso al Mercedes-Benz SL no era nada sencillo: requería desbloquear el volante para poder para las piernas. Además, debido al tamaño del depósito de combustible y a la rueda de repuesto en el maletero, el espacio de carga era casi nulo y obligaba a colocar el equipaje en una repisa detrás de los asientos. 

El motor fue retocado para alcanzar los 245 CV, combinado a una caja de cambios de cuatro velocidades. Era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de ocho segundos y alcanzar los 260 km/h, unos registros importantes para la época. 

El SL estuvo en producción entre 1954 y 1963 y, en total, se fabricaron 3.258 unidades. En 1957, se presentó en el Salón de Ginebra el SL Roadster con un techo de lona y algunas mejoras como la suspensión trasera, aunque, lógicamente, perdía las puertas de alas de gaviota. 

Un año más tarde, apareció una versión con techo duro del roadster de manera opcional. En 1961, Mercedes sustituyó los frenos de tambor por otros de disco y, en 1962, cambió el bloque motor por uno de aleación ligera para contener más el peso. 

Actualmente, el Gullwing es uno de los coches más cotizados del mundo, su precio puede alcanzar varios millones de euros, dependiendo de su estado de conservación. 

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